Según el estudio del Centro Médico de la Universidad de Rochester “Next Generation House Call”, en 2024 la mayor parte de los pacientes acudirán a canales digitales para resolver sus dudas sobre salud. La previsión es que esta tendencia vaya en aumento.

Los datos hacen referencia a Estados Unidos, pero es un punto de referencia para darnos cuenta de que la e-consulta se está normalizando dentro del sistema sanitario. Según el estudio, en 2017 unos 0,06 mil millones de personas utilizan la telemedicina, mientras que alrededor de 0,98 mil millones acuden presencialmente a los centros de salud.

En 2024 esta proporción se invertirá. Por primera vez, los que utilicen la telemedicina (0,74 mil millones) serán más que lo que recurran a visitas tradicionales (0,69 mil millones).  La investigación considera que no se trata de un factor puntual. Es por esto que para 2025 pronostica que los usuarios de la telemedicina asciendan a 1,15 mil millones, una tasa muy superior a los 0,6 mil millones que aún mantendrían la visita presencial.

La salud en el hogar                                     

La telemedicina se empezó a implementar para aumentar el acceso a la atención de personas con condiciones agudas en entornos clínicos, pero su uso se ha ido expandiendo y hoy se basa en el cuidado de la persona en su hogar (o desde cualquier lugar). El estudio de Rochester se centra en datos de salud mental. De hecho, la psiquiatría y la neurología han sido las pioneras en el uso de la telemedicina. El estudio lo atribuye a que son especialidades que se basan más en la entrevista personal y menos en el examen físico tradicional. Pero diferentes estudios ya han demostrado el beneficio de la telemedicina para diversas condiciones psiquiátricas y trastorno del estrés postraumático.

En el entorno sanitario, el leivmotiv que más se repite es la necesidad de una atención centrada en el paciente, y para eso hay que fijarse bien en sus necesidades y conseguir que su experiencia sea lo menos agresiva para él. Cuando un paciente sufre limitaciones físicas, o psicológicas poder recibir asistencia desde su cada o desde un entorno amigable es muy importante. O poder evitar desplazamientos que resultan incómodos o incluso peligrosos para la salud del paciente.

El modelo de e-consulta crea un entorno médico centrado en el paciente en el hogar. Los profesionales pueden conectarse con ellos basándose en su disponibilidad mutua y sin necesidad de transportarse. Esto también puede ayudar a reducir la carga del cuidador, quien se encarga muchas veces de todos los preparativos para visita médica.

Hay que admitir que la telemedicina también tiene ciertas limitaciones. La más evidente es la ausencia de examen físico, que en muchos casos es imprescindible. Pero es que no pretende sustituir la visita presencial (o no debería). Dependiendo de la patología y siguiendo los preceptos de buena praxis, una vez se tiene un diagnóstico confirmado, la e-consulta es un excelente aliado y un complemento tanto para el paciente como para el profesional. Además, refuerza la relación médico-paciente ya que es más sencillo hacer el seguimiento y controlar que se siguen los tratamientos de forma correcta.

Los datos publicados por el Centro Médico de la Universidad de Rochester nos indican un cambio importante en el sector de la salud. No solo aumentarían el número de visitas virtuales con respecto a las presenciales, sino que las llegarían a superar. Esto supone ya un gran reto para los profesionales y las instituciones que tendrán -y tienen- que hacer frente a una demanda creciente. Muchos profesionales deberán ponerse al día pronto y adoptar nuevas herramientas si quieren estar donde están los pacientes.